Por Raúl Díaz.
Pico de Naiguatá |
Platos del Diablo |
Pico Oriental |
Puerta de Hercules |
Pico Occidental |
Lagunazo |
Fila del Avila con vista al Humboldt |
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José Ortega; Primer Acompañante de Raúl en el año de 1984 |
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Raúl Díaz en un descenso hacia la Guaira |
PRIMERAS PRACTICAS EN PEQUEÑAS EXCURSIONES Y ORIENTACION EN PICACHO DE GALIPAN
Es la montaña más sobresaliente del lado hacia las Costas del Litoral Central, registra temperaturas agradable a pesar que durante los días de calor, por su constante brisas que viajan de este a oeste, y que en horas de las madrugadas cambia repentinamente de sur hacia el norte; es de fácil ascenso y mucho menos dificultoso en su descenso quienes no dominen aun las técnicas de Escaladas de Montañas, aun no se sabe si ha cobrado algunas vidas de algunos Montañistas quienes hallan pretendido coronar su Picacho al principio; su amenaza es constante durante los días de temporadas de lluvias, manifestándose como el coloso de los deslaves en torrentes de las aguas acaecidas, cobrando sus propias victimas en especial a los Galipaneros, quienes habitan en todas sus laderas y alrededores de su falda, pero haciendo hincapié del lado en su vertiente Este; y que a pesar con todo esto “El Picacho de Galipán” con una Altura de 1.978 (m.s.n.m) es una Montaña que llama mucho la atención en todos sus alrededores y aledañas; bien sea para los Temporadistas, Excursionistas y en especial a los Montañistas para sus entrenamientos de resistencia.
Fotografía tomada desde arriba, quienes llegamos sin Guía, cuyo cielo estuvo totalmente despejado. Nótese también que no hay antenas ni mucho menos la Cruz que ilumina en su cúspide para en aquel momento.
AÑO DE 1981
HISTORIAL DEL INTINERARIO
PRIMER INTENTO
SEGUNDO INTENTO
El coloso permaneció en nuestras mentes solitario e inalcanzable, al año siguiente volví para su conquista en donde también despertó en su interés por tres amigos más. Ardiles y Oscar de la Unidad Educativa en donde yo estudiaba, y por Carlos un comerciante que se encontraba de vacaciones, quien decidió en acompañarnos. Para en aquellos días finales del mes de Agosto del año 1982.
Llegamos y en ascenso lo realizamos por la ruta “Punta de Mulatos” en horas de la noche, pasaríamos en recorrido por todos los poblados Galipaneros, hasta llegar al día siguiente en horas del medio día al Hotel Humboldt, calcularíamos mal en provisiones en donde se decidió bajar del lado hacia Caracas, para abastecernos en el área Recreacional “Los Venados”, llegando así al sitio en horas de la noche. Este pequeño grupito por nosotros los cuatros, a su vez incluyéndome nos destacaríamos más por Excursionistas que por Montañistas sin mucha experiencia alguna, en donde es por eso que se había hecho acampar hasta allí por el simple hecho a parte de tomar las provisiones y regresar a nuestra planeada ruta de inmediato, también en conseguir mapa de ruta de acceso más fácil hacia el Picacho que no fue posible, y por lo demás hacer contacto con algún experto Guía “Guardaparques” del Ávila.
Cara norte del Picacho en sus vertientes más abajo se encuentra el denominado “Sector Plan de las Alpargatas” que es unas de las rutas en travesía hacia el valle en donde se ubica al fondo el Castillete las “Ruinas de Knoch”.
Respectivamente durante aquella noche en los “Venados”, en la planificación hacia el Picacho, en donde había recordado que después de aquel intento no muy afortunado en compañía de José Ortega; luego por un instante Carlos entraría en un pánico emocional, actitud que nos sorprenderíamos todos, en donde recogería todas sus cosas, empacando su mochila y luego encendiendo un cigarrillo como para relajarse un poco, y se despidiera de nosotros como si nada, alegando en que tenía que regresar a su trabajo lo más pronto posible porque sus vacaciones llegaban a su final, en cambio los demás y yo decidiríamos en quedarnos y seguir por nuestra conquista. Luego y así fue como lo vimos irse hasta desaparecerse entre la oscuridad, y luego no lo volveríamos a ver nunca más, cosa tan curiosa para el comienzo de nuestras vidas.
Al día siguiente recogeríamos nuestras cosas y empacando nuestros morrales, hacia nuestro cometido por alcanzar el coloso Picacho, avanzamos sin la información y mucho menos del Guía Galipanero; luego con piqueta en mano que me serviría de bastón durante la caminata, señalé el final del camino, pero quienes llegaron de primero haciendo tope fueron mis dos amigos. Este mientras rugía con una brisa fría e inevitable viento de aquella altura, allí construiríamos un montículo pequeño de piedras con la idea de clavar y dejar mi piqueta, pero en sí no era muy buena la idea ni seríamos los primeros en llegar allí, pero no fue posible desprenderme de ella y mucho menos abandonarla en aquel sitio. Y ya eran las horas del medio día.
La pared Este en “Picacho de Galipán”, son unos cuantos de metros en vertical de rocas muy peligrosas, sobre todo para con sus temporadas de lluvias son de avalanchas constantes de materiales. Su pared es no maciza y su escalada por una parte es bastante riesgosa e insegura, porque el tipo de roca es muy desprendible y floja.
Cuando regresamos de esta última y exitosa ascensión, ahora del lado hacia la ruta por los poblados desde San Francisco – San José – Macuto, fue así en donde poco a poco íbamos dejando atrás aquel gran gigante, la montaña emblemática de todos los Galipaneros.
“Picacho de Galipán”, según cuenta Raúl Díaz que lo dejaría con algo de incertidumbre, quien lograría llegar hacia su máxima altura por unas de sus laderas del lado Sur norte a la edad de 15 años. –Intimida hay algo, por lo que en unos de sus flancos laterales, va hacia un desfiladero sumamente empinado y hasta peligroso, pero que conecta hacia una fila en descenso que parece más accesible; el exceso de confianza puede dar los males hacia el peligro, pues existe la “Traición” puede verse oculta tras de este risco hacia el cielo, y todos podemos perder quizás por la falta de prevención ante la situación que nos depara.
Hay que reconocer que el gran esfuerzo que realizan los Exploradores de las Cordilleras, que muchas veces arriesgan o buscan el peligro sin darse cuenta, logran el éxito tras alcanzar la cumbre y ver el infinito cielo que reina en todo su alrededor de este coloso, la pared de Galipán.
SEGUNDO GRUPO FORMADO POR RAUL DIAZ EN 1982
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Oscar y Ardiles |
Una época nos traen los mejores Recuerdos, y con el transcurso del tiempo la vida nos cambia, pero se sigue siendo el mismo desde un principio o el de antes.
Raúl Díaz
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